Recomiendo aprender.


Hace mucho que soñaba con éstos últimos 10 meses. Con tomar la decisión de enfrentar miedos. Miedos que lo único que me dieron, fueron las riendas para superarlos por el simple hecho de existir.
Viajé en avión, en tren, en bus y en barco sola. Me hospedé en 14 destinos sola. Conocí, recorrí, comí, sola.
A cada lugar llegaba sola y me iba con la mente hirviendo. Sentí literalmente mi cabeza arder, porque hubieron ocasiones en las que pensaba "si me hubieran dicho ayer que hoy iba a ser tan genial, me despertaba más temprano o tardaba menos en animarme a hablar a esa persona", o como sea iba a querer aprovechar más ese tiempo mágico que me hizo reflexionar sobre su grandiosidad. Me ardía de entusiasmo.
Intentar escribir lo sentido me cuesta. Pero al escribirlo me esfuerzo al máximo para que cuando el futuro quiera leerme otra vez, pueda con descripciones acercarme lo mayor posible a aquella ocasión.
Caminar tantas horas, curiosear rincones, renovar mi sed de conocimiento diario y atesorar lo más posible; son acciones que en su conjunto me regalaron momentos que nunca imaginé.
Sí, desde un principio tuve expectativas positivas, sí, sabía que siempre algo fuera del mapa podría suceder, y sí me dije varias veces "que rayos hago acá". Y no, no me arrepiento de ningún sentimiento, porque sentir es lo último que quiero dejar de hacer.
No sólo recomiendo viajar, recomiendo hacerlo con poco dinero. Recomiendo aventurarse, abrirse, abrirse tanto que se vuelve con los poros ensanchados, con los ojos brillantes de tanto pulirse con el paisaje. Recomiendo animarse, a lo que sea que pienses cuando digo animarse, animate a eso.
Yo sabía, sabía que serían unos meses increíbles. Pero no estaba enterada psicológica ni espiritualmente para el cambio que me iba a generar. Ya no veo lo que leí, lo que me dijeron, lo que entendí en mi subjetividad. Ahora todo es todo, cada cosa es singular pero en un todo distinto e igual. Charlas y charlas que todas me llevaron a la misma conclusión: con tolerancia y respeto, todos los humanos nos comunicamos y nos compartimos de una manera maravillosa. Nos compenetramos, nos ayudamos y nos disfrutamos aunque sean minutos, horas o un par de días.
Desearía que estas experiencias se multipliquen en mi futuro. Que esta nueva adicción de viajar conociéndome y conociendo el todo, pudiera ser mi constante día a día.
Pero también sé que hay tesoros que tienen que guardarse, para que al abrirlos del resguardo siempre brillen.
Lo que el mañana me traiga, lo quiero. Que me haga aprender, quiero aprender. Lo recomiendo.



Comentarios